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Reformas gubernamentales sobre la mesa


Escrito por: Raúl Andrés Garcés Páez.
Abogado Uniciencista.
Especialista en Derecho Administrativo y Contractual.
Universitaria de Colombia.


Desde que Colombia se estrenó como república independiente y soberana, hace ya más de 200 años, el control político no había sufrido un cambio tan significativo como el dado en las pasadas elecciones presidenciales donde, contra todo pronóstico, un líder de izquierda se alzó con el triunfo y llegó el pasado 7 de agosto de 2022 a la Casa de Nariño a regir por cuatro años los destinos de más de cincuenta millones de Colombianos, quienes cansados de lo mismo, decidieron en las urnas dar un giro a las políticas neoliberales y conservadoras de los últimos gobernantes.

Era de esperarse que con la llegada de Petro y de la izquierda al poder ejecutivo, se vendrían cambios significativos y estructurales en los diferentes ambientes políticos y ejes económicos del país; es así como, a pocos días de su gobierno informó de la necesidad de hacer cambios esenciales y de fondo al sistema de Salud, al sistema Laboral, Pensional y Educativo del país, así como al sistema agrario, tributario entre otros.

Quizás por la importancia, trascendencia y despliegue informativo que se les ha dado, además por versar sobre derechos fundamentales, constitucionalmente protegidos, las reformas a la Salud, la Laboral, a la Educación y la Pensional son las que más han causado revuelo político en el año inmediatamente anterior y en el inicio del actual. Y no es para menos sentir curiosidad, deseo y dudas por saber cómo se financiarán proyectos tan ambiciosos y revolucionarios en estas cuatro líneas del desarrollo Estatal, además de saber qué va a pasar con lo que en estos momentos contamos en cada sistema.

En un país tan polarizado políticamente, lo último que faltaba era que se polarizara en debates diáfanos y escuetos sobre la importancia o no de realizar dichas reformas; y es que es casi que imposible poder razonar objetivamente, librándonos de sesgos políticos e ideológicos para tratar temas tan trascendentales, no solo para las generaciones actuales, sino para el futuro de Colombia como nación comprometida con el desarrollo social y sostenible de su pueblo.

A decir verdad, en Colombia, más que el sistema de salud, el educativo, el pensional y el laboral, es urgente reformar el sistema político y de justicia, pues en estos dos sectores es donde más se pierde la fe y la credibilidad del pueblo debido a sus constantes fallas en sus funciones, y es precisamente allí donde también se pierden los recursos económicos destinados al mejoramiento de la calidad de vida de los más necesitados y vulnerables del país.

Si se ponen sobre la mesa cada una de estas reformas Gubernamentales y se analizan con raciocinio y objetividad, el pueblo podrá entender qué le conviene y qué no, no solo pensando en el populismo del momento y en lo bonitas que se ven sobre el papel, también haciendo un análisis profundo de financiación, viabilidad y sostenibilidad en el tiempo. Pues no se puede pretender tapar un hueco, que es muy importante, destapando otros tantos que a futuro harán que la sostenibilidad económica y financiera del país se desplome y termine, como siempre nos lo han dicho nuestros padres, que el remedio fue peor que la enfermedad.


REFORMA A LA SALUD:
¿Qué busca esta reforma?, ¿a quiénes beneficia?, ¿qué opinan los expertos en el tema?, ¿es viable financiera y administrativamente?

Para nadie es un secreto, especialmente las personas que dependen única y exclusivamente del régimen contributivo o subsidiado o las personas que no pueden acceder a una medicina prepagada, que las EPS en Colombia han venido haciendo un buen trabajo desde que se crearon con la Ley 100 de 1993, pero tampoco podemos hacernos los ciegos e intentar tapar el sol con un dedo y no darnos cuenta de la corrupción a niveles astronómicos que se ha venido fraguando desde dichas entidades, donde se manejan cantidades exorbitantes de dineros estatales, y que las han convertido en parte de negocios privados de los dueños de dichas empresas y que, desde el legislativo, el ejecutivo o el sistema judicial, no se tomen medidas drásticas y contundente para evitar esos desfalcos que han tenido en vilo la salud de los colombianos, sin olvidar las nefastas prácticas de algunas clínicas con los famosos paseos de la muerte, donde los “profesionales” de la salud terminan mancillando tan honorable labor y profesión, poniendo por encima de la vida de una persona sus intereses personales y económicos, tampoco se puede ignorar la cantidad de trámites innecesarios requeridos por las EPS para poder acceder a un servicio y derecho constitucionalmente garantizado y protegido; parece ser que dichas entidades fueran aliadas íntimas de la acción constitucional fundamental de la TUTELA, pues sin ella no hay servicios, no hay atención, no hay medicamentos, no hay nada. En fin, son muchos los puntos positivos para el actual sistema de salud, pero también se encuentran lunares enormes, especialmente en el manejo de los privados con recursos de la salud y en la falta de una buena auditoria, control y fiscalización de las EPS. No se puede permitir que los recursos de la salud se manejen por empresarios que buscan beneficios personales por encima de los beneficios del pueblo.

La reforma a la salud es importante, se debe mejorar el sistema, se deben priorizar en la atención a los más necesitados, se debe garantizar que se cumplan los principios constitucionales sobre el derecho fundamental a la vida y por ende al derecho a la salud, Colombia no puede seguir viendo cómo las personas se mueren en una clínica esperando atención médica, no puede seguir viendo cómo muchos profesionales de la salud, que se han deshumanizado, sigan en frente del sistema de salud, al cual ellos ya no ven como una oportunidad de ayudar a su semejante, sino lo ven como un negocio y un negocio muy rentable. Son muchas las cosas que se deben cambiar en el sistema a la salud, pero, ahora viendo desde la otra orilla; ¿el Estado sí está en la capacidad humana, administrativa, logística y financiera para tomar de la noche a la mañana el manejo al cien por ciento de cincuenta millones de personas?

No se puede acabar de un solo tajo con lo que se ha venido trabajando desde hace ya 30 años y tratar de implementar un sistema totalmente nuevo de la noche a la mañana sin que esto conlleve a traumatismos, a parálisis del sistema y quizás a problemas más profundos de los que en este momento hay; permitir que los gobernantes regionales de turno manejen estos recursos y con un sistema político tan frágil como el colombiano, conllevaría a que la corrupción se agudice y el sistema al que se quiere mejorar, termine empeorando y llegando a un estado de coma del cual sea cada vez más difícil poder salir.

Es cierto que el sistema de salud requiere cambios, pero estos cambios deben ser paulatinos, parciales, lentos y seguros en el transcurso del tiempo. La reforma a la salud tiene temas muy importantes a los que hay que apoyar, pero también se debe hacer énfasis en el Cómo se van a llevar estos cambios. Es cierto que el gobierno Petro se ha hecho conocer como un gobierno inclusivo y social, estos dos pilares conllevan a dejar de un lado las diferencias ideológicas y políticas, los odios, el ego y buscar llegar a un acuerdo nacional que conlleve a una reforma pluralista, robusta y social que cobije a todos los colombianos y en la cual intervengan todas las fuerzas y poderes de vigilancia; que se blinden los recursos a la salud con un sistema de observación y control de tal modo que quienes manejen dichos recursos no la tengan tan fácil para apropiarse de dichos recursos y éstos lleguen a quien realmente deben llegar: AL PUEBLO!!!!!


REFORMA A LA EDUCACIÓN:
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” Nelson Mandela
Y cuánta razón tenía el gran Nelson Mandela; muchos países, los llamados desarrollados, sí que han sabido sacarle provecho a este derecho tan fundamental para el pueblo: LA EDUCACIÓN. Y es que el desarrollo de un país se mide por la calidad de la educación de su pueblo, ahí está la gran brecha entre los llamados países desarrollados y el llamado tercer mundo al cual, desafortunadamente pertenece Colombia, pero no está mal el reconocerlo, lo que está mal es seguir pensando que con las mismas prácticas y la exclusión de las minorías al acceso a la educación, algún día Colombia pueda salir de la ignorancia en la que se encuentra, y no se trata de una educación netamente cognitiva, se trata de un sistema de educación inclusivo, tolerante, respetuoso de los demás, autosuficiente, donde no solo se les enseñe a los niños y jóvenes teorías e historias, sino conocimientos y que cada uno pueda desarrollar su propio talento.

Por eso el pilar fundamental de la reforma a la educación de la administración Petro es: “el reconocimiento de la educación propia y los saberes de los pueblos étnicos, promoviendo el respeto por la diversidad cultural y explorando vías de financiamiento para los sistemas educativos indígenas y afrodescendientes”.

No se nos puede hacer creer que todos, por ser colombianos, debemos pensar igual, creer en lo mismo, estudiar lo mismo, hablar el mismo idioma; Colombia es un país multicultural, pluriétnico, donde en nuestra Constitución Nacional se consagran derechos especiales a todas estas razas, etnias y pueblos, entonces, ¿por qué no se crea un sistema educativo incluyente también?

De verdad que en este rubro sí se requiere una reforma estructural y de fondo. No se puede seguir pensando que a todos por ser colombianos se nos debe enseñar lo mismo. La educación requiere de capacitar a niños y jóvenes a que creen conciencia social, que sean líderes innovadores, que desarrollen sus propios artes y talentos, que se comprometan con la protección al medio ambiente y al entorno en el que cada uno se desenvuelve, una reforma a la educación donde se respeten las ideologías, las creencias, el desarrollo de la personalidad, donde se pueda convivir entre todos, cada uno con sus diferencias, una reforma a la educación basada en el respeto y la dignidad humana. Una educación gratuita y de calidad, una educación con principios, deberes y derechos, una educación donde todo el pueblo colombiano esté involucrado.


REFORMA LABORAL:
En el ámbito laboral, al igual que en muchos ámbitos, se requiere de cambios, cambios estructurales, no que estén a favor del empleado solamente, o que, por el contrario, sean cambios netamente patronalistas; se requieren cambios de conciencia, cambios de actitud y de aptitud, cambios en la manera de ver a la clase obrera por parte del empresariado y en la manera de ver al empresario por parte del proletariado.

A decir verdad, lo que se propone en la reforma laboral del gobierno Petro, no es nada del otro mundo, ni que este gobierno socialista quiera venir a implementar un sistema comunista donde la clase obrera subyugue al empresario, si se analiza objetivamente la reforma laboral no es más que reivindicar derechos que el pueblo tenía y que por culpa de otros gobiernos ha venido perdiendo.

¿A quién se le ocurre en un país medianamente civilizado que la jornada laboral diurna se acabe a las diez de la noche? ¿Cuáles son las pruebas de peso y razonables para que, de la noche a la mañana, luego de venirse pagando los recargos nocturnos desde las seis de la tarde, cuando científica e históricamente es donde empieza la noche, un gobernante de turno implemente que el horario diurno va hasta las diez de la noche? Si eso no es una medida populista que buscó, en su momento congraciarse con el empresariado, entonces qué es.

La reforma laboral no intenta descubrir que el agua moja, lo que la reforma laboral intenta es dignificar la labor de miles de colombianos que tienen que subsistir con un salario mínimo y que, además deben luchar contra las injusticias de un sistema laboral mezquino.

Actualmente se abusa a diestra y siniestra de la figura de contrato de obra o labor, cuando en realidad la labor tiene continuidad en el tiempo y necesidad en la producción de la empresa, se abusa de los contratos de prestación de servicios para evadir el pago de prestaciones sociales, se abusa de la figura de personal de manejo y confianza para hacer que el personal trabaje más de las horas legalmente formalizadas sin poder cobrar recargos, se abusa del contrato a término fijo a un año para evitar que el trabajador haga parte de una asociación sindical, se abusa de las agencias de temporales de empleo para evitar el nombramiento directo; existen infinidad de empresas que se hacen llamar cooperativas o fundaciones cuando en realidad lo que son es sociedades con ánimo de lucro y bajo ellas no se ejerce un control severo, en fin, en cuanto a reforma laboral, lo que se requiere es dignificar y valorar la labor de la clase obrera, claro está, que también se deben tener en cuenta en dicha reforma; beneficios y protección a la mediana y pequeña empresa, ayudas significativas a los productores agropecuarios, mejora en vías, trabajar de la mano con empresarios, tener más vigilancia y control a los sindicatos para que éstos no abusen del poder otorgado y terminen causando detrimento a las empresas. Pero siempre, y lo más importante, es pensar en que a una nación la mueve la clase obrera, que lo más importante para una empresa sigue y seguirá siendo su talento humano.


REFORMA PENSIONAL:
Existe un dicho que dice que a los 40 ya estás muy viejo para hacer parte de una empresa, pero a los 62 aun estás muy joven para pensionarte.

Con la reforma pensional lo que el gobierno busca es garantizar cobertura, equidad y sostenibilidad en el tiempo, pues para nadie es un secreto de que el actual sistema pensional en Colombia es inviable y no tardará en derrumbarse como un castillo de naipes, pues, en la actualidad, por cada pensionado, sólo existen dos cotizantes; entonces, garantizar una renta básica para todos los mayores de 65 años y que no hayan cotizado en su vida a un fondo de pensiones, es uno de los pilares del gobierno. Pero este gobierno se ha puesto a pensar de dónde va a sacar tanto dinero para hacer sostenible esta propuesta, qué huecos destapará para poder tapar el hueco fiscal de las pensiones.

Este es un tema muy álgido y complicado de manejar pues puede mover muchas fibras y ofender susceptibilidades, pero por más social, progresista e inclusivo que quiera hacerse llamar este gobierno, no puede tocar temas tan delicados como el de reforma pensional tan a la ligera, se requiere de una mesa de discusión y dialogo permanente donde converjan todos los implicados en el asunto y no solo sea parte de una porción política que quiere sí o sí dar resultados en tan solo cuatro años de gobierno, este tema de reforma pensional requiere de un estudio a fondo, profundo y realmente serio para no caer en demagogias y fanatismos políticos que luego conlleven a un colapso pensional, como ya se ha visto en otros países.

En conclusión, existen muchas reformas pendientes en el argot político de nuestro país, se requieren de cambios significativos en muchas líneas y ambientes, pero más importante aún, se requiere de un cambio de conciencia, de un cambio de pensamiento y de un cambio de políticos fanáticos y enceguecidos por ideologías políticas, ya sea de izquierda, de centro o de derecha, y se dediquen a trabajar realmente por el pueblo, no se puede seguir pensando que haciendo siempre lo mismo, vamos a tener diferentes resultados. Una reforma a: la salud, la educación, al trabajo y pensional; lo que requiere es una reforma de conciencia, de pensamiento y de actitud. Puede ser que las reformas las propone el gobierno y las tramite el legislativo, pero la verdadera reforma debe empezar en casa, con nuestro cambio de actitud ante las circunstancias, de no seguir pensando en la famosa malicia indígena, en el provecho personal, en hacer algo solo si obtengo un beneficio para mí; lo que los colombianos necesitamos es una reforma a nuestras acciones y sentimientos con nosotros mismos y con todos los que nos rodean.

Quizás el problema más recurrente del colombiano es que siempre busca el beneficio propio y no se da por enterado de que por más necesidades que uno tenga, siempre habrá alguien que necesite más y con mayor urgencia; por eso se debe apoyar la idea del gobierno de apoyar a las regiones más vulnerables, a las que nunca el gobierno había llegado a brindar una ayuda, tal vez, para ellos, esa ayuda por muy mínima que a nosotros nos parezca, para ellos es la mayor bendición que les haya tocado en sus vidas; debemos dejar el egoísmo de lado, debemos empezar a pensar como sociedad y no como un solo individuo.


 

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