Guerra y Violencia a la N Potencia


Escrito por: Yolanda Salamanca Pinilla.
Abogada Uniciencista.
Trabajadora Social.
Especialista en Gerencia Riesgos Laborales Seguridad y Salud en el Trabajo.
Especialista en Gestión Humana.


A los amables lectores/as, los agradecimientos por seguirnos, y por su puesto la invitación a través de estos contenidos que son una lectura sobre el desarrollo de una temática, a que continúen su reflexión. El tema es amplio, y triste, no obstante, considero que el ser humano, cada día debe esforzarse por elegir la orilla donde su vida, su dignidad y su integridad estén del lado de su mejor decisión, y sin dañar la de otro/a, en palabras simples de la Sagrada Biblia se puede recordar lo expresado en el libro del Eclesiástico en su capítulo 33, “14 Frente al mal está el bien, frente a la vida, la muerte; frente al bueno, el malvado, frente a la luz, la oscuridad. 15 fíjate en todas las cosas hechas por Dios: están por pares, la una frente a la otra”, sin embargo, luego que el camino es la guerra, la violencia, ya la cosa no esta tan sencilla, dados sus múltiples intereses y partes, queriendo un provecho propio, a costa del debilitamiento y opresión de la contraparte en conflicto.

El que considere que en nuestro País, la guerra disfrazada de violencia, o la violencia disfrazada con sus diferentes máscaras tiene un término en tiempo, está completamente equivocado/a, la violencia, como el espíritu de sobrevivencia y de agresividad es inherente al ser humano, lo siguen como león en acecho a su presa, hay una industrias tras ellas; prestigiosos neurólogos han demostrado que si un ser humano es expuesto a estar “familiarizado” con diversos referentes violentos, por ejemplo crudas realidades sociales, películas, video juegos, contextos humanos, relaciones familiares disfuncionales, gritos, peleas, riñas…etc. Las neuronas llamadas espejo se identificarán con este ambiente y cultivará lo mismo con lo que interactúan, especialmente en el ser humano quien actúa también por imitación; de tal modo que la tendencia estaría en replicar todas aquellas situaciones, a las que como ser humano en su determinada época y contexto es obligado a vivir. (ampliar el tema siguiendo a Giacomo Rizzolatti (1937) quien las descubrió junto a su equipo en 1996).

Otro aspecto importante es establecer, la diferencia entre guerra y violencia, la primera es aquel conflicto social en el que dos o más grupos humanos relativamente masivos —principalmente tribus, sociedades o naciones— se enfrentan de manera violenta, generalmente mediante el uso de armas de toda índole, a menudo con resultado de muerte —individual o colectiva— y daños materiales de una cantidad considerable1, es interesante presentar una estadística resumen como lo hace Wikipedia según la tabla siguiente:


Desde el punto de vista filosófico Hobbes considera que las principales causas de la guerra son: la primera la competencia; la segunda es la falta de confianza; y la tercera es la gloria; la primera obliga a los hombres a robar tierras ajenas para obtener riquezas; la segunda, para lograr la seguridad; y la tercera, para ganar reputación, la primera recurre a la violencia para que los hombres se conviertan en víctimas de otros hombres, al igual que sus esposas, sus hijos y sus ganados, la segunda emplea la violencia como táctica defensiva y la tercera busca reparación de los más mínimo: ofensas, palabras, opinión diferente o cualquier señal de desprecio hacia la propia persona o indirectamente a parientes, amigos, la patria, la profesión o el prestigio personal.3

En el Arte de la Guerra, clásico de la humanidad, proviene de la China antigua, Sun Tzu su autor plasmó estas frases dos frases: “todo el arte de la guerra está basado en el engaño” (p.12) y “la vitoria es el principal objetivo de la guerra” (p.20)4. De tal modo, que la guerra por cualquier lado que se vea, mientras una sola vida humana esté en juego, ya no merece ninguna distinción, su resultado es engaño, ensañamiento, opresión y sometimiento, y el ser humano no tendrá más que su bandera negra, su desmedida ambición al dinero, al poder y a la tierra, y en ello no hay nada que edifique.

Mientras la violencia, la considera la Organización Panamericana de la Salud (OPS)5 como “el uso intencional de la fuerza físicas o el poder real o como amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológicos, lesiones, la muerte, privación o mal desarrollo”, ésta violencia ha esclavizado en alto grado a los seres humanos, que sus tipos y formas de ejercerla, a veces se camuflan, que hasta la victima termina “favoreciendo o disculpando” a su victimario, en la tabla siguiente se puede observar la categorización que la Organización de Naciones Unidas (ONU) tiene para un sector: las mujeres y las niñas.


Con este panorama, Colombia, como las demás naciones, está inmersa en esa “guerra y violencia”, que ella protagoniza, por diversos fines, desde el himno nacional, hasta los más de cuarenta himnos, cantos y oraciones de honor y guerra de sus soldados y policías, terminaran un día en la frase final de la oración a la Patria: “Mi ambición más grande es la de llevar con honor el título de colombiano, y llegado el caso, morir por defenderte”. El dilema está, en que las guerras enfrentan mucha gente que ni se conoce, ni se odia, por órdenes de quienes si se conocen, si se entienden, si se odian, pero no se matan ni ellos, ni sus hijos/as; por eso no acaba una guerra, cuando ya encienden la otra y la otra, antes sus consignas: debo vender armas, municiones, enriquecerme, hacer mi ruta “de la seda”, “de la coca”, pasar mi gasoducto, vender, conquistar los minerales nucleares, tener más territorio, salir al mar…etc. Y el caldo de cultivo, el que replicaran los niños, niñas y jóvenes, es el odio de las redes, la persecución desmedida y sin cuartel de los medios de comunicación que desinforman, confunden y calumnian, es ese niño/a o joven que ya no quiso estudiar, ni formarse, no leen, no investigan, no son creativos, ahora es youtubero/a creador/a de situaciones ficticias muchas veces, mostrando el ideal que no es su realidad, hablando de lo que no sabe, o de lo que cree que sabe.

Hoy lo malo, les parece bueno, y hasta aconsejable y en el País la impunidad, la corrupción, los carteles y los clanes, las bandas criminales, y el descredito de las instituciones, ocupan el primer puesto, mientras, la educación, la salud, la salubridad, el empleo, las oportunidades, en resumen para no dejar atrás las elites bienaventuradas del mundo, los objetivos de desarrollo sostenibles ODS a seis (6) años de sus metas, ni siquiera los conocen los líderes de los países y menos la vida digna y el bienestar general que promulga nuestra Constitución Nacional, están lejos de estar a la vanguardia. En conclusión, está el ser humano en guerra permanente, en familia, en sociedad, en nación, en este lado o en el otro y una pregunta final: ¿Cómo vino este ser humano, tan divino, tan inteligente, a convertirse en alguien que pueda llegar a ensañarse y provocar daño a otro ser humano?


REFERENCIAS

1Reinel Sánchez, José (marzo de 2004). «Una respuesta a la pregunta "¿Qué es la guerra?"». Aposta - Revista de Ciencias Sociales (6): 18. Consultado el 9 de octubre de 2016.

2https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra#cite_note-2

3Thomas Hobbes, Leviathan: or the matter, form and power of a commonwealth ecclesiastical and civil, London: J. M. Dunt & Sons LTD., 1957, p. 64.

4Sun Tzu,El Arte de la Guerra. Ed. Artemisa, 2018

5https://www.paho.org/es/temas/prevencion-violencia

6https://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/faqs/types-of-violence#:~:text=Abarca%20cualquier%20acto%20f%C3%ADsico%2C%20sexual,las%20mujeres%20a%20escala%20mundial

 

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