- Boletin 32
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Desconectarse para conectar
Escrito por: Karla Susana Vega Peralta.
Dirección y Producción de Radio y televisión UNICIENCIA.
Especialización en Diseño de Contenido Digitales UNITEC.
Tecnología en Animación SENA.
Es bien sabido que el auge de las redes sociales ha cambiado sustancialmente nuestra forma de interactuar con el mundo que conocemos y las personas que nos rodean. Así como nos dan la posibilidad de estar mas cerca a la realidad en otras partes del mundo; lo que antes era impensable, también ha logrado alejarnos de quienes tenemos más cerca. Es muy común ver en restaurantes parejas comiendo sin cruzar palabra, inmerso cada uno en su celular, o estar en reuniones familiares y eventos sociales cada uno con su celular en la mano, sin mantener conversaciones con las personas que tienen al lado.
Pero, este cambio en nuestra forma de relacionarnos, ¿Cómo afecta nuestra salud mental?
Las habilidades sociales son el conjunto de estrategias y capacidades que nos ayudan a resolver situaciones de manera efectiva. Nos permiten expresar sentimientos, deseos, opiniones e incluso actitudes de forma adecuada, en pro de nuestro bienestar y el de nuestras relaciones interpersonales.
Como cualquier habilidad, se pueden desarrollar y se perfeccionan únicamente por medio de su uso continuo. Al reducirse nuestra interacción social, disminuyen nuestras habilidades sociales como la empatía, inteligencia emocional, asertividad, capacidad de escucha, de comunicación y de negociación. A su vez, el incremento del tiempo dedicado al uso de las redes sociales aumenta la sensación de aislamiento del mundo real, lo que contribuye al desarrollo de problemas mentales no crónicos como la depresión por el pasado, el estrés por el presente y la ansiedad por el futuro. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 350 millones de personas en todo el mundo viven con depresión, 8 de cada 10 latinoamericanos enfrentan problemas mentales no crónicos, y más del 70% no puede acceder a la atención necesaria. Esta falta de salud emocional nos impide ser plenamente felices y productivos. De ahí el auge en la descarga de aplicaciones de bienestar. En Latinoamérica contamos con más de 240 millones de personas interesadas en bienestar general, y un mercado de 130 millones de personas interesadas específicamente en apps de bienestar mental.
En la categoría de apps de salud y bienestar, encontramos focos diversos para enfrentar la desafiante vida de hoy, desde la meditación, mejora del sueño, creación de hábitos diarios, trabajo terapéutico y apps religiosas.
Calm y Headspace lideran con más de 60 millones de descargas a la fecha y más de 2 millones de suscriptores pagos. La primera está pensada para personas con conocimientos previos de meditación. La segunda, creada pensando en meditación para aprendices. Meditopia es la app freemium más descargada y Fabulous motiva hábitos saludables. Por otro lado, encontramos Rezando voy que invita a vivir en clave de fe y Cristo y yo, un devocional que entrega diariamente reflexiones cristianas y oraciones.
Esto demuestra un interés generalizado en tratar de contrarrestar aquellos problemas de salud mental que se han venido normalizando en los últimos años. Las empresas e influenciadores contribuyen a reducir este problema utilizando las redes sociales como herramientas para producir contenido que realmente agregue valor, difunda información de calidad y acerque a las personas. Del mismo modo, buscando una interacción más responsable en redes sociales, los usuarios están empezando a preocuparse por el tema y, en una estrategia de autocuidado, han comenzado a filtrar el contenido al que están expuestos, priorizando aquellos que les agregan valor y no desencadenan sentimientos dañinos.
De cualquier forma, sigue siendo vital tener instantes de desconexión digital y conexión con el mundo real, momentos para compartir con nuestros seres queridos, entrenar nuestras habilidades sociales, alimentar nuestras relaciones interpersonales y demostrarles a quienes queremos con acciones de servicio lo que sentimos por ellos.