Las “IA” y la revolución del derecho, en camino al derecho humanizado


Escrito por: Deivid Martínez Rojas.
Abogado, Especialista en Derecho Constitucional de UNICIENCIA.
Representante / Asociación de usuarios SALDUMIA E.P.S.


La inteligencia artificial (IA), hoy en día, ha dejado de ser una mera posibilidad futurista para convertirse en una realidad omnipresente en nuestras vidas. Encontrando la oportunidad de evidenciarla inmersa en muchos ámbitos, tanto sociales, laborales, académicos y también en el mismo ejercicio de ciertas profesiones.

En el ámbito jurídico, esta tecnología emergente está revolucionando la forma en que se ejerce el derecho y presenta tanto desafíos como oportunidades para abogados, jueces y docentes. Uno de los principales retos que enfrentan actualmente es la dificultad de diferenciar entre un texto redactado por un ser humano y uno generado por una inteligencia artificial. Es así que este artículo explorará este desafío, subrayará la ventaja de la IA, también la necesidad de actualización tecnológica de los profesionales del derecho y destacará cómo la IA puede y, en la medida de lo posible, debe ser aprovechada por los profesionales para fortalecer otras habilidades más allá de la redacción, como la humanización de la profesión, la resolución de conflictos y la atención a los usuarios.

Ahora bien, hoy por hoy se hace necesario primero distinguir las características propias de la escritura humana y la redacción por parte de una IA, sobre todo en el ámbito jurídico, también, aprovechar la generación de texto, complementación y a veces sustanciación que pueden generar la IA para descargar responsabilidades a los profesionales y enfocar sus esfuerzos en su cliente final, y la atención adecuada del mismo, con todo esto podremos revolucionar el ejercicio de la profesión a la par de la revolución tecnológica de la que estamos siendo testigos e incluso podríamos pasar a la historia como la generación que colaboró en dicha revolución.

 

La Dificultad de Distinguir Textos Generados por IA en el Ámbito Jurídico

En un mundo cada vez más digitalizado, las tecnologías de IA han avanzado a pasos agigantados en la generación de texto. A través de técnicas como el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje natural la IA pueden producir documentos jurídicos que imitan la redacción humana con una precisión impresionante. Esta similitud plantea un desafío significativo para los evaluadores, abogados y jueces, que sientan el deber de determinar la autenticidad de los textos presentados como evidencia, argumentación legal o productos académicos.

Es difícil reconocer las diferencias entre un texto generado por IA y por un estudiante, tanto así que ni las mismas inteligencias artificiales pueden determinarlo con certeza, pero ¿realmente necesitamos saber la diferencia?, en esta pregunta hay muchos puntos de vista, y debemos plantearnos muchos interrogantes teniendo en cuenta su importancia en muchos niveles.

Es así que en el ámbito académico es muy importante recalcar que los maestros, docentes, educadores y evaluadores, están en una encrucijada entre los preconceptos de la academia y los desafíos presentes en la nueva ola tecnológica, es entonces muy necesario que los profesionales que se dedican a la academia pasen al nuevo escalón, a la nueva era y se adapten de una u otra manera fortaleciendo al estudiante y a las capacidades de nuestros nuevos profesionales.

Afortunadamente hoy, se va cambiando la manera de ver al estudiante como mero repetidor de información, y más como una persona con capacidades, lo cual cambia la manera de evaluar, forzando a ser más enfáticos en la persona y menos en el producto académico, tal como tareas, trabajos y talleres repetitivos y en algunos casos que son meramente mecánicos y no evalúan correctamente las aptitudes adquiridas por el estudiante, entonces, podríamos decir que las IA de manera indirecta también están revolucionando la academia, y la cosmovisión del estudiante, el docente y la profesión en sí.

También se está empezando a desarrollar una visión mucho más amplia del abogado, más que como un medio para tramitar o acceder a la justicia, como miembro de la sociedad y como parte fundamental en la convivencia, la mediación, la resolución de conflictos resultado de la interacción humana.

Sabemos que la actualización de los profesionales en derecho, los docentes, evaluadores jueces y demás intervinientes en la profesión no es una tarea pronta o inmediata, por el contrario, llevará periodos de adaptación y cierto rechazo por algunas esferas, pero no podemos oponernos a la evolución, y mucho menos a una revolución; cambio y rechazo son dos palabras que siempre estarán juntas y que demuestran una dinámica natural ya que está inmerso en nuestro comportamiento rechazar el cambio, debido a los miedos, las expectativas o la mera posibilidad de que la situación empeore, pero siempre será necesario tener un poco de fe y confianza en el proceso, y esperar los resultados los cuales son mucho más que evidentes y por supuesto esperanzadores.

 

La Humanización de la Profesión Jurídica

Si bien la generación de texto es una habilidad clave en el ejercicio del derecho, la IA puede asumir esta responsabilidad y liberar a los abogados para centrarse en tareas que requieren habilidades más humanas. En lugar de preocuparse por redactar documentos rutinarios, los profesionales del derecho pueden dedicar su tiempo y esfuerzo a interactuar con los clientes, analizar estratégicamente casos complejos y ofrecer asesoramiento jurídico personalizado. Al confiar en la IA para la generación de texto, los abogados pueden humanizar aún más su profesión y centrarse en aspectos que requieren empatía, intuición y creatividad, habilidades propias de las personas y que una IA no podría replicar, al menos por ahora.

 

La humanización de la profesión jurídica implica claramente un enfoque centrado en los usuarios.

La IA pueden ser utilizadas para automatizar tareas de rutina, como la recopilación de información y la preparación de documentos legales, lo que permite a los abogados dedicar más tiempo a brindar una atención personalizada y de calidad a sus clientes. Al proporcionar respuestas rápidas y precisas a las consultas legales, las IA pueden ayudar a aliviar las preocupaciones y la incertidumbre de los usuarios, brindando un mejor servicio y fortaleciendo la confianza en el sistema legal.

 

La Humanización de la Profesión Jurídica: Hacia una Resolución de Conflictos Centrada en las Personas

En el contexto de la revolución de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito jurídico, surge la oportunidad de humanizar aún más la profesión del derecho. Si bien la generación de texto por parte de las IA ha demostrado ser altamente eficiente y precisa, es crucial reconocer que las habilidades humanas, como la empatía, intuición, creatividad, compasión, son elementos esenciales en la resolución de conflictos y la atención a los usuarios. En lugar de ver la IA como una amenaza, los abogados deben aprovecharla como una herramienta para liberarse de tareas rutinarias y enfocarse en desarrollar habilidades que impulsen una mayor humanización de su práctica.

Ahora hablemos de La resolución de conflictos, esto es una de las áreas donde la humanización de la profesión jurídica puede marcar una diferencia significativa. La IA puede desempeñar un papel importante al proporcionar información, precedentes y análisis de casos complejos, pero al final, es el toque humano lo que realmente puede ayudar a comprender las necesidades y emociones de las partes involucradas. La empatía y la capacidad de escucha activa son fundamentales para establecer una conexión significativa con los clientes, entender sus preocupaciones y ayudarles a encontrar soluciones personalizadas y equitativas.

Además, la IA puede facilitar la comunicación y la colaboración en la resolución de conflictos. Las plataformas digitales y los sistemas de gestión de casos basados en IA pueden proporcionar espacios virtuales donde las partes puedan interactuar y compartir información de manera más eficiente. Esto no solo acelera el proceso de resolución, sino que también fomenta una mayor transparencia y participación de todas las partes, fortaleciendo la confianza y promoviendo la resolución consensuada.

En este sentido, la IA puede ser utilizada como una herramienta complementaria en la resolución de conflictos. Los abogados pueden aprovechar el análisis de datos y la inteligencia procesada por la IA para obtener una visión más amplia y precisa de los problemas legales en cuestión. Esto les permite desarrollar estrategias más efectivas y creativas para resolver disputas, considerando no solo los aspectos legales, sino también los intereses y necesidades individuales de las partes involucradas.

En resumen, la inteligencia artificial en el ámbito jurídico no debe verse como una amenaza para la profesión del derecho, sino como una oportunidad para su evolución y humanización. Al aprovechar la IA para tareas de generación de texto y análisis de datos, los abogados pueden liberarse de tareas rutinarias y enfocarse en desarrollar habilidades humanas esenciales, como la empatía, la intuición y la creatividad. En la resolución de conflictos, también, las IA puede ser una herramienta complementaria que proporciona información y análisis, pero es el toque humano el que realmente conecta con las necesidades y emociones de las personas involucradas. Al humanizar la profesión jurídica, los abogados pueden ofrecer un servicio más cercano, personalizado y eficaz, promoviendo una justicia más equitativa y satisfactoria para todos.

 

Conclusiones

La aparición de la IA en el ámbito jurídico plantea desafíos significativos para los evaluadores, abogados y jueces en la tarea de diferenciar un texto generado por un ser humano y uno producido por una IA. Sin embargo, en lugar de temer a la obsolescencia, los profesionales del derecho deben abrazar la tecnología y actualizarse para desarrollar habilidades de evaluación efectivas en el ámbito académico, también de resolución de conflictos humanizadas, y ampliar sus capacidades de escucha empatía creatividad y demás atributos que le permitan tener una mejor atención a los usuarios. Al aprovechar las IA para tareas de generación de texto, los abogados pueden centrarse en aspectos más humanos y esenciales de la profesión, como la interacción con los clientes, el análisis estratégico de casos y la resolución de conflictos. Además, la IA puede mejorar la accesibilidad a la justicia y promover una mayor equidad en el sistema legal. La adaptación tecnológica se convierte en un imperativo para los abogados del siglo XXI, y aquellos que logren integrar de manera efectiva la IA en su práctica estarán mejor posicionados para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que presenta esta nueva era de la inteligencia artificial en el ámbito jurídico.

Con todo esto USTED que acaba de leer este texto, nunca sabrá a ciencia cierta si fue generado por una Inteligencia Artificial o por un ser humano, (aun si lo evalúa con herramientas tecnológicas ya que las IA han avanzado tanto en la redacción que ni las mismas IA pueden diferenciar algo así con certeza), pero, si llegaste hasta este punto es probable que la información contenida en este texto le haya gustado, también le causó interés y quizás le permitió aprender algo nuevo, o le motivó a estudiar más el tema, entonces, si aún de averiguar si este texto es generada por una IA o un humano puede preguntar: ¿es realmente necesario saberlo?


 

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