- Boletin 29
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Pandemia Social
Escrito por: Reinaldo Pérez Flórez.
Abogado Uniciencia.
Especialista en Derecho Constitucional Universidad Libre.
Maestrando en derechos humanos UPTC.
En las últimas semanas en la ciudad de Bucaramanga, vimos en redes sociales una escena donde dos personas agredían a una señora adulta mayor en los alrededores de la parroquia San Pio en el sector de Cabecera, todo por robar su bolso, las imágenes son el reflejo de un problema social, que ya desbordo la capacidad de respuesta de las autoridades competentes de esta administración, un ataque desmedido a una persona en condición de indefensión, que es arrojada por una gradas de cemento sin ninguna contemplación, ni preocupación.
Pero la inseguridad y el orden público, terminan siendo un mal menor, cuando empezamos a ver las cifras de suicidios en nuestra ciudad, la obra del puente Provincial de la Novena, termina siendo la “solución final” para varios ciudadanos que encuentran en este puente el fin de sus problemas, afectivos, emocionales, económicos, al corte del mes de junio del 2022, 1.564 personas, se habían quitado la vida en nuestro país, 1.241 eran hombres, 323 eran mujeres.
Las riñas callejeras también se convierten el pan de cada día en las redes sociales, el común denominador de estas riñas, es que están involucrados menores de edad, nuevamente el sector de Cabecera del Llano es protagonista con el sector de bares y discotecas en pleno sector comercial y residencial, las riñas, excesos de incesta de alcohol y sustancias psicotrópicas se ven reflejadas en las riñas que cada fin de semana se daban en este sector.
Estos patrones de comportamiento social, se dan en tiempos de pos pandemia, no existe en la ciudad, una política publica en salud mental, que impacte directamente esta problemática, las necesidades emocionales en un ser humano, son muy distintas, después de estar encerrados por mas de dos años, gracias a la pandemia, las cifras y los hechos expuestos hasta el momento, así lo demuestran.
El tema es, ¿Qué están haciendo las autoridades administrativas, para mitigar esta problemática?, en nuestra ciudad no hemos podido ni siquiera hacer un diagnostico acertado de la problemática, dentro los principios de la función publica primero debe haber una caracterización que es la base estructural de cualquier planeación que se quiera hacer, ya con esta planeación, acorde al principio de economía, sabremos cual es la inversión que se debe hacer para mitigar este problema social.
Lamentablemente en nuestro país la inversión en salud mental, es la ruta ideal para el detrimento patrimonial, el ISABU (Instituto de Salud de Bucaramanga) se han gastado fortunas en los recursos PIC (Planes de Intervenciones Colectivas) planes de promoción en salud, que solo han servido para material didáctico que no tienen el efecto esperado en la comunidad, las necesidades en promoción he impacto en la salud mental, después de pandemia son totalmente distintos.
Impactar en esta problemática es urgente, la administración municipal no puede seguir teniendo un comportamiento omisivo, con las políticas publicas en salud mental, teniendo en cuenta, de que nuestra ciudad no solo debe afrontar la problemática local, Bucaramanga tienen una población flotante que, desde hace años, está impactando en las dinámicas sociales y metropolitanas del territorio, la agresión a la señora adulta mayor en el sector de cabecera, fue hecha por migrantes venezolanos.
En los planes de intervención colectiva, Bogotá a dado el paso adelante para fortalecer la política pública en salud mental para los ciudadanos, desde el primer semestre del 2022, habilito la línea 106 de forma gratuita en su campaña, “El poder de ser escuchados” línea de intervención psicológica que a la fecha, a salvado muchas vidas en la capital del país, modelo que vale la pena replicar en nuestra ex ciudad bonita, victima de esta pandemia social.