¿Calidad de vida, bienestar personal, compromiso conmigo mism@, simbiosis de la existencia?


Escrito por: Edith Patarroyo Mora.
Licenciada en Ciencias de la Educación con énfasis en Administración educativa UCC.
Maestría en Educación de la Universidad Javeriana.
Diplomado del conflicto de la UPB, Diplomado desarrollo de habilidades sociales y comunicativas de miriatax.
Diplomado en inteligencia y liderazgo Emocional MCA SCOLL OF FUSINESS telefónica de ESPAÑA.
Diplomado en docencia virtual UCAV de España.
Coordinadora de Egresados. Tecnológica FITEC.


Estas concepciones nos llevan a establecer una corresponsabilidad en la búsqueda del mejor estar del individuo, de la sociedad, no obstante, ese sinnúmero de dificultades, temores y eventos a los cuales los seres humanos nos vemos sometidos en cada momento al paso por este maravillo mundo. Todos buscamos y esperamos encontrar calidad de vida que sustente la existencia y la felicidad. La pandemia y pos pandemia ha afectado esa búsqueda de calidad de vida, creando en algunos casos insatisfacción y no calidad de vida.

Casi siempre asociamos calidad de vida a calidad económica y financiera, pero la calidad de vida es mucho más amplia cubre todas las dimensiones de nuestra existencia dado que somos un todo en nuestra esencia de sujeto. Un todo con afectaciones y crecimiento sistémico. La calidad de vida y sus acepciones nos confirman que estas se dan en todas las dimensiones de la persona, porque esta es un todo formado por estamentos imbricados.

El concepto simbiosis proviene del griego y significa “medio de subsistencia”, palabra acuñada por Anton de Bary y hace referencia a las asociaciones que se establecen entre los individuos en un ecosistema (familia y sociedad) para competir o compartir recursos de la naturaleza.1.

Calidad de vida emocional: las emociones son esenciales en la interacción de mi ser con el semejante y conmigo mism@, un excelente manejo a las emociones permite a la persona o, nos permite, tomar las riendas de nuestra vida y entorno.

Aprender a gestionar, manejar las emociones es esencial para esa calidad de vida, y bienestar, que todos buscamos y, es claro qué de ello, depende, nuestra tranquilidad, la felicidad. No podemos permitir que las emociones nos manipulen completamente pues nos convertirán en esclavos de nuestros sentimientos. Y, no podríamos hablar de calidad de vida, pues los estamos emocionales podrían estar alterados y la salud mental podría afectarse.

Calidad de vida familiar: Esta dimensión tan esencial en el desarrollo del individuo, de la persona, se fundamenta desde la crianza del niño, el crecimiento del adolescente, el fortalecimiento del adulto y la felicidad del adulto mayor, todos estos estados acompañados y vivenciados en una calidad de interacciones permeadas por valores como el respeto, la confianza, autodisciplina, la lúdica y el amor. Y, cuando todo es arropado en el seno familiar la subsistencia es perfecta, la calidad de vida de cada uno de los integrantes, fortalece el ecosistema familiar permitiendo aportes y dádivas desde cada uno para un todo, familia.

Calidad de vida social: Como seres sociales por naturaleza, las relaciones e interrelaciones personales, se espera que atiendan y respondan a nuestro papel dentro del mundo social, permitiendo al individuo el desarrollo de sus derechos, y deberes.

Esta calidad de vida social invita a aportar desde su ser al otro para ayudarle a complementar, creando esa simbiosis desde el “mutualismo”, bien sabido que en este tipo de relación es donde ambas especies se ven beneficiadas a partir de la relación que establecen. La calidad de vida social permite a los grupos sociales crecer en armonía, brindar apoyo a los más necesitados y carentes. Resguardar y proteger un hábitat y a las especies animales y vegetales, al medio ambiente, compromiso inalienable para el crecimiento de esta calidad de vida social.

Calidad de vida laboral: Obviamente, el bienestar económico y financiero contribuye a esa calidad de vida al permitir satisface las necesidades básicas y como lo expone Abraham Maslow, para lo cual se espera que una vez la persona este preparada cumpla con el compromiso de aportar para sí, para su familia y para lo sociedad, lo correspondiente como contragarantía de lo recibido durante las etapas de crecimiento, de formación y de madurez. La satisfacción que da la retribución a lo actuado hace que haya seguridad y confianza, elementos estos participantes activos en la calidad de vida.

Calidad de vida económica y financiera: Recibir y percibir una retribución, un reconocimiento económico, igualmente, contribuye a esa calidad, pues facilita la adquisición de bienes y servicios que están dispuestos a partir de una valoración y precio económico, no siendo esto, lo único que da calidad de vida a la persona.

Podríamos entonces, concluir que la calidad de vida, esta aunada a todas las dimensiones de calidad de la persona, siendo esta una simbiosis, asociación intima entre sus componentes. La calidad de vida es el índice de Desarrollo Humano – IDH – condensado en el conjunto de condiciones que contribuyen a hacer agradable y valiosa la vida, según lo promueve las Naciones Unidad.


BIBLIOGRAFÍA

1https://concepto.de/simbiosis/#ixzz7fSkvO5D8

2https://concepto.de/simbiosis/#ixzz7fSzpNpSc

 

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