Es así como debo iniciar este sutil escrito, al referirme de la manera más respetuosa a la importancia y la grandeza, con la que las mujeres han desarrollado y alcanzado el reconocimiento, la importancia y sobre todo, la dignificación de su género a través de la inclusión social y reconocimiento de derechos, frente a sociedades históricamente intolerantes a circunstancias y hechos que permiten que las mujeres pudiesen, pensar, opinar o incluso desarrollar actividades que para aquellos tiempos solo eran exclusivas de los hombres.

Aunque la lucha por parte de ellas, ha estado acompañada por innumerables acontecimientos enmarcados en injusticias y barbaries, es indiscutible que tales hechos hoy han generado precedentes históricos para que nunca más vuelvan a ocurrir, desde la decapitación de Olympe de Gouges en Francia en 1973 al rebelarse y sostener que las mujeres tenían los mismos derechos que los hombres, al igual que nuestra más noble, valiente y aguerrida socorrana Manuela Beltrán, primera heroína de la lucha de independencia y promotora de una revolución sin precedentes que desencadenó el movimiento de Los Comuneros y posteriormente la independencia de España, las cuales han servido de ejemplo de la lucha por los derechos, la inclusión social y la para muchas mujeres que hoy construyen la historia de la humanidad.

El reconocimiento de derechos fue tal vez el hecho mas importante dentro de esta lucha por parte del genero femenino, cabe anotar que muchas mujeres a través de la historia han tomado las banderas desde todo el hemisferio, sin importar su condición económica, social, cultural o religiosa, logrando de esta manera hechos tan trascendentales como el derecho al voto que según la historiografía data desde 1948 cuando la legislación internacional, reconoció el sufragio femenino a través de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, de la misma manera se vivió para 1954 el reconocimiento del derecho al voto de la mujer en Colombia aprobado el 25 de agosto de ese año, a través del acto legislativo No. 3 de la Asamblea Nacional Constituyente bajo la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla.

Hoy por hoy vemos una sociedad que ha avanzado en la erradicación de la discriminación y subyugación femenina, por lo contrario, se puede evidenciar claramente la importancia que hoy día, más que nunca, la mujer, juega un papel de suma importancia en su rol en la sociedad, no solo desde el enfoque como soporte del núcleo familiar, sino desde otras áreas en la sociedad como lo es, el sector Productivo, Industrial, Tecnológico, Político y Social.

Colombia, es un Estado, que ha abanderado la lucha contra la discriminación femenina, ha actuado desde la institucionalidad y la ley, en el reconocimiento y garantías del goce de derechos civiles, políticos, sociales y culturales de ellas, ha creado líneas jurisprudenciales solidas que permiten el actuar de estas garantías. El compromiso del estado ha sido tal, que hoy día, vemos como parte de la inclusión social y garantía de derechos, la participación femenina obligatoria del 50% según en las listas electorales consagrado el artículo 80 del código electoral, el cual tuvo su última reforma el día de 16 de diciembre de 2020 del proyecto de ley no. 234/20 senado, proyecto de ley no. 409/20 cámara.

De la misma manera encontramos un sin números de exenciones tributarios y alivios económicos enfocados al sector privado a fin de incentivar la participación de estas en las estructuras organizacionales y fuerza de trabajo en el país, hechos que le han permitido a las mujeres aumentar su participación e inclusión en todos los sectores públicos y privados.

Según los últimos datos estadísticos publicados por el DANE, encontramos que de los 49.9 millones de habitantes, 40.2 millones están en edad de trabajar, de estos solo 48% (24.3 millones) hacen parte de la población económicamente activa, de estos el 41.4% corresponde a las mujeres, las cuales siguen avanzando una su participación laboral en el país.

Sin embargo a pesar que la mujer ha ido ganando espacios en los diferentes sectores no se debe dejar a un lado que el rol mas importante que ocupa la mujer en el desarrollo social de un país, es el rol dentro de la estructura familiar como centro o núcleo de esta, y en muchas ocasiones no solo como esposa y madre, si no como cabeza de familia, a la cual se han reconocidos derechos constitucionales desde su papel forjadora y responsable de la construcción y fortalecimiento de los principios éticos y morales que darán como resultado a sociedades más dignas y equitativas.