Bien conocido es la crisis tan abismal que está atravesando la hermana República de Venezuela, producto de las decisiones de un llamado Gobierno, que parece más un desgobierno que el nombre al que alude. Es verdaderamente lamentable que situaciones tan denigrantes se estén presentando en Venezuela. Mientras muchos países se hacen los de la “vista gorda”, como queriendo pasar por alto lo que realmente sucede en el hermano país. Pero más lamentable aún es que sean menores de edad, en su primera infancia, quienes también tengan que vivir el atropello de un régimen miserable, que con tal de aferrarse al poder es capaz de hacer sufrir a la niñez entera de Venezuela y hasta más, he visto por las carreteras de Colombia venezolanos que van y vienen, como deambulantes, como mendigos, como apátridas, tantos hermanos venezolanos con niños en brazos, menores que no tienen por qué sufrir por un atropello tan deliberado, tan frívolo, como el que están pasando, debido a que sus padres se ven en la obligación de salir de su patria natal a tratar de buscar “un mejor futuro”, en tierras extranjeras y que en realidad no es mucho lo que mejore su calidad de vida.

Colombia, ha tratado de hacer los mayores esfuerzos, para garantizar los derechos de los niños venezolanos - que puedan recibir tratamientos y atención médica, un hogar así sea en “cambuches humanitarios”, pero no es suficiente, se necesita mucho más y este deber lo tiene toda la comunidad internacional no sólo Colombia, Ecuador y Perú que son los países donde según las estadísticas más migrantes venezolanos hay. Esto que estoy diciendo, sólo refiriéndome a la infancia, sin tener en cuenta a los demás venezolanos, jóvenes, adultos, mujeres, hombres, profesionales etc., que están sufriendo el rigor de un sistema, de un régimen que parece más obsesionado con el poder que con el bienestar de sus compatriotas. Lamento tener que decirlo, pero yo atribuyo a la comunidad internacional no haber hecho lo suficiente, para que se garanticen, se respeten y se hagan respetar aún por medios coercitivos los derechos de los pequeños; de los inocentes más vulnerables en esta lucha penosa y ruin, donde prima más los intereses particulares que los derechos de los infantes. ¿Acaso un niño, tiene que sufrir las ambiciones y despropósitos de una clase política que ni siquiera, siente respeto por ellos?, que tienen una mordaza tan fuerte, un apego tan desmedido que no les interesa ni los niños, que son el presente y el futuro que tendrá su país. La Declaración de los Derechos del Niño aprobada de manera unánime el 20 de noviembre de 1959, por los 78 Estados miembros de la ONU en ese entonces, consagra diez principios básicos elementales, para que se respete la dignidad de los infantes a saber: 1. El derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad; 2. El derecho a tener una protección especial para el desarrollo físico, mental y social del niño; 3. El derecho a un nombre y a una nacionalidad desde su nacimiento; 4. El derecho a una alimentación, vivienda y atención médicos adecuados; 5. El derecho a una educación y a un tratamiento especial para aquellos niños que sufren alguna discapacidad mental o física; 6. El derecho a la comprensión y al amor de los padres y de la sociedad; 7. El derecho a actividades recreativas y a una educación gratuita; 8. El derecho a estar entre los primeros en recibir ayuda en cualquier circunstancia; 9. El derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación; 10. El derecho a ser criado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal. (Asamblea General de las Naciones Unidas, 1959).

Por qué la comunidad internacional no ha levantado enérgicamente su voz, contra el atropello evidente, cierto y directo que se está cometiendo contra la niñez en el conflicto político y social que tiene Venezuela, ¿por qué no se ha hecho cumplir por lo menos los principios elementales 2, 3, 4, 6, 8, 9 y 10 tan evidentemente times grado de abandono, no se van a adoptar las medidas que consagran los instrumentos internacionales. Han muerto niños por falta de medicinas, han tenido que dormir en la calle a causa de la penuria económica que golpea a Venezuela, son separados de su entorno familiar, han sido violentados, me pregunto ¿Qué más hace falta para que la Comunidad Internacional despierte y deje de tratar solamente como político la crisis venezolana, cuando es evidente, cuando campea a los cuatro vientos que se ha convertido en un problema humanitario de orden internacional? Señores, gobernantes mundiales, es hora de velar porque los derechos de los niños se respeten, se cumplan de verdad, en este caso concreto de los niños venezolanos y me gustaría ver a la UNICEF, más activa y decidida por hacer respetar los derechos de la primera infancia venezolana. Los derechos de los niños, no tienen tinte político, no son ni del chavismo, ni de la oposición y es imperativo que se hagan respetar y toda la comunidad internacional en conciencia está obligada a exigirlo así.

REFERENCIAS

Asamblea General de las Naciones Unidas. (20 de noviembre de 1959). Humanion Org. Recuperado el 5 de mayo de 2019, de https://www.humanium.org/es/declaracion-1959/