Corrupción electoral territorial: evolución o trascendencia pro-financiación proyectos OCDE


Escrito por: Fernando Aurelio Guerrero.
Doctorando Universidad Externado de Colombia.
Mag. Litigio Internacional DH y DIH.
Esp. Derecho Constitucional y Derecho Administrativo.
Docente Uniciencista Bogotá.


Para John G. Pocock1, la corrupción surge inicialmente como un proceso generalizado de declive moral, cuyos indicios resultan difíciles de anticipar y cuyo progreso en el tiempo es casi imposible de resistir. Frente a ello Pocock no es muy optimista, concluye que ese proceso, sus formas y factores de reproducción, esta enrizado a un orden moral y a las buenas costumbres, que una vez se han perdido, la restauración de estas, pueden ser una utopía desde el derecho y/o la política. Ante ese panorama, una ciudad como “Metrópolis”, o “Ciudad Gótica”, no tendrían salida, pero tal vez la apertura al debate sobre las implicaciones de la corrupción, puede ser un camino.

En las pasadas elecciones de octubre, nunca Santander, vivió tal ambiente democrático, caracterizado por un espeso debate sobre las calidades de los candidatos y los miedos de los electores frente a las ventajas y virtudes que reflejaban las candidaturas y las propuestas frente a los nichos de corrupción que ha padecido históricamente la región. Ante dicha realidad, valdría la pena preguntarse ¿qué camino seguir para aprovechar el momento? Mario Vargas Llosa, señaló en 2011 que el combate eficaz es desde instituciones fuertes respaldadas por valores éticos, con una rica condición espiritual que brote desde sus senos y que funciones como antídoto permanente frene a las fuerzas destructivas, disociadoras y anárquicas que intentarán dirigir la conducta individual frente al uso consciente de la libertad2.

Sin embargo, también se debe partir con una base conceptual y metodológica que posibilite remedios integrales sustentables a futuro, la consolidación de una democracia y el diseño de políticas públicas locales, que incluso acepten estándares que sirvan para la preaprobación de proyectos con grupos internacionales. Hacer tal análisis sobre la corrupción electoral territorial comporta entonces necesariamente preguntas como ¿Qué significa corrupción, corrupción electoral, y corrupción electoral territorial?, ¿Cuáles son sus principales formas en un territorio?, ¿Cuáles son las condiciones externas y territoriales que favorecen y facilitan su reproducción?, en si mismo, conocer el enemigo a combatir, conocer muy bien el diagnóstico del virus para un tratamiento adecuado.

Con dicha información pueden construirse fórmulas o algoritmos anticorrupción territorial, que incluyan el crecimiento anual del Producto Interno Bruto per cápita, de inversión y de ingresos fiscales en el territorio, junto al conjunto de variables de control robustamente asociadas con el crecimiento a corto plazo, y finalmente asociadas con los efectos fijos de ciudad y tiempo. Estos se miden para identificar los niveles internos y territoriales de corrupción según los indicadores detectados en lo arrojado desde la investigación sobre las formas y factores de reproducción territorial. Así se podrían estimar puntajes de índice de control de corrupción territorial, para lograr la captura de la percepción de esta de manera concreta tipo barómetro.

Con todo es un punto de partida y una sugerencia sobre la necesidad de caracterizar el fenómeno de la corrupción de Santander para pasar a brindar estrategias para contrarrestarlo eficazmente.


1Pocock, J. 2002. El momento maquiavélico. El pensamiento político florentino y la tradición republicana atlántica, Tr. M. Vázquez y E. García, Editorial Tecnos, pág 287, Madrid

2Mario Vargas Llosa en ABC-Ago/2011, tras la visita del Papa a España

 

Bucaramanga

Sede A: Carrera 12 # 37-14

Sede C: Calle 37 N° 12-46

Sede D: Calle 37 N° 12 - 80

Bogotá

Carrera 13 # 75 -74

  • dummy PBX (601) 3930444

  • dummy 310 263 2500

Sede Bienestar: Calle 74 #15-73

Tunja

Carrera 10 # 22-33