- Boletín 18
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El color de la desglobalización en Colombia
Escrito por: Claudia Felisa Sánchez Esparza.
Abogada Uniciencista.
Especializada en Servicios de Salud Col,-Eur.
Tecnóloga en Regencia de Farmacia.
INTRODUCCIÓN
Estamos aterrorizadas por la pandemia COVID-19, a tal punto que hay muchas explicaciones del virus, igual las supuestas consecuencias que acarreará una vez ésta problemática se termine, pues si hay algo verdadero, es que no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista; o mejor aún, como se dice “Esto también pasará”.
Sin embargo, no hay que permitir que este flagelo termine con la tranquilidad de las personas, si bien hay que tener las precauciones necesarias, sin descuidar la salud, no hay que perder el sentido común y dejarse llevar por las noticias amarillistas y artículos desproporcionados frente a la verdadera actuación del ser humano ante una pandemia como la que se está viviendo.
Ha llegado el pánico a las personas al nivel de preocupase, por ejemplo, manejar teorías vagas, sin sustento alguno, sobre las posibles consecuencias nefastas, que pueda ocasionar la pandemia, expresando de forma muy popular que se llegará a una “Des globalización de los mercados internacionales, ocasionadas exclusivamente por el COVID- 19; es por ello que este artículo nace de una investigación histórica sobre la Globalización y los orígenes de la des globalización en el tiempo y ahí es donde con uso de razón se puede afirmar, que esta se ha venido organizando solita, y mucho antes de que se presentara o naciera el COVID-19 en el mundo. Es claro que por la falta de lectura e investigación humana hay consecuencias exageradas en el sentir de las problemáticas de los habitantes.
Existen las estadísticas de la baja lectura entre sus habitantes, según el periódico el tiempo, en su artículo “Los colombianos leen poco, prestado y regalado. Escrito por Alberto Salcedo, quien expresa que la mejor forma de promover la lectura no es obligar, sino seducir a lectores. No leemos por falta de plata sino por físico desinterés, dice en su artículo que veamos en el mapa todas las bibliotecas. Antioquia y Cundinamarca, las que más tienen.
En el mismo artículo se lee que las estadísticas aseguran que no es cierto que los colombianos no lean porque no tienen plata1. Leen prestado, regalado y quién sabe si robado. La excusa es que el pasatiempo que buen conocimiento aporta poco interesa. Obviamente no se puede generalizar, hay unos que sí son juiciosos y leen, y a otros les toca porque así los obligan en el colegio o en la universidad. De hecho, todavía hay profesores que ‘botan el chupo’ ante los alumnos poco lectores.
Según el DANE2, en su encuesta nacional de lectura (ENLEC), del año 2017 se observa que son 5,1 libros es el promedio de libros leídos al año por personas de 5 años y más, que leyeron libros, en el total nacional. (Ver figura No 1)
Hoy se tiene que ser más lector para tener más propiedad frente a las afirmaciones que haga la persona responsable de lo que se dice. Por tal razón, en este artículo, se explicará de donde y desde cuando nace “La des globalización en Colombia.”
Boletín Técnico del DANE, 2017
El color de la desglobalización en Colombia, nace de varios apartes, tanto económicos en la historia de no menos de 5 años atrás, los países inician con las economías protectoras de sus comerciantes, productores y fuerza de manufacturas.
Es así como la columnista – analistas - María Claudia Lacouture - Exministra de Comercio – escribe en su artículo nombrado “La hora de la desglobalización” del 25 de noviembre de 2019, quien expresa en época anterior al nacimiento del COVID-19, lo siguiente: “Los análisis que comienzan a circular con las perspectivas de los años venideros confirman la tendencia mundial del regionalismo abierto, impulsado por la incertidumbre por la disputa comercial entre Estados Unidos y China3 y la traumática salida de Inglaterra de la Unión Europea, que parecen no tener fin cercano y que afectaron sensiblemente el comercio y la confianza inversionista. La tensión chino-estadounidense, principalmente, aceleró el proceso “desglobalización”, con la premisa de que será mejor tener aliados cercanos con reglas de juego estables y claras, que incorporen nuevos valores respecto al medio ambiente, la dignidad humana y la calidad y procedencia de productos. La sociedad ha cambiado y demanda economías más sólidas, pero también confiables”.
También hay que reconocer que la globalización tuvo un efecto positivo en el mundo. Mientras en los años 90, según datos del Banco Mundial, la clase media representaba cerca del 20% de la población, este año llegará al 47%, al tiempo que el porcentaje de las personas en extrema pobreza pasó del 36% al 8%. A la vez, en los últimos 20 años, el PIB chino pasó de ser menos de US$1 trillón en 1988 a cerca de US$13 trillones en 2018, haciendo que esta economía, que ocupaba el último lugar entre el G7, ya sobrepasó a Japón, Alemania, Canadá, Francia y Gran Bretaña.
De igual forma se analiza el texto– GREGORIO BADENI. - DOCTRINA 2017 Pág. 404, donde se expresa que “El proceso de globalización iniciado después de la Segunda Guerra Mundial4, fue defendido firmemente por sus protagonistas; mereció cierta cuota de indiferencia por parte de los pueblos latinoamericanos, a pesar del bienestar económico que les producía, y la firme oposición de la Unión Soviética, de los países cercados por la "cortina de hierro" y las agrupaciones políticas comunistas de Francia, Italia y de los países nórdicos. Esa oposición fue insuficiente para impedir, no solamente su desarrollo sobre ámbitos comerciales, económicos, militares, jurídicos, sino también en el ámbito cultural y social europeo.” Pues en la lectura de este ejemplar, se puede ver claramente que la des globalización es un tema de desarrollo en los tiempos de antes, y que es un tema fluctuante ante las distintas sinergias de los tiempos.
Para el 11 de septiembre del 2018, también se hablaba ya de la des globalización, así lo revela la sección internacional del periódico El País, en su artículo titulado: “Soberanismo5 y des globalización avanzan de la mano al precipicio. Una gran coalición soberanista amaga con hacerse hegemónica”, en dicho artículo se expresa “Parafraseando al Marx de El 18 Brumario, vemos cómo en este momento contra-revolucionario, convulso, de des-globalización generalizada ─guerras comerciales, identidades cerradas, y cierre de fronteras─ vuelven a conjurarse los espíritus del pasado, tomando prestado los nombres de los muertos y sus ropajes. El fantasma se llama soberanía, la piedra angular de los Estados-nación modernos y del orden internacional. Y la ideología de la que se reviste es el soberanismo. De Luis XIV a Marine Le Pen, de las monarquías absolutas a las nuevas democracias autoritarias, populismos y nacionalismos del Norte, Sur y Este de Europa: aunque muy diferentes entre sí en valores y programa, todos hablan el mismo idioma. Una gran coalición soberanista amaga con hacerse hegemónica.”
Como se analiza este artículo, se puede palpar la guerra de los comercios, de las fronteras peleándose con los fantasmas del pasado, pero en últimas, es una des globalización que ya estaba en boca de los gobernantes en esta época de las torres gemelas, en fin, lo que se aprecia para mí, es la necesidad de innovar de los encargados de la macro economía, quienes deben manejar las cifras macro, buscando el flujo de las economías internacionales.
Concluyendo considero que la des globalización es un elemento que nunca estará fuera de la economía, pues es una variante fluctuante dependiendo de las actividades que lo alteran; si bien es verdadero que el mundo se enfrenta a un congelamiento de todas las economías, considero que es un factor que obliga a que se frenen las transacciones económicas Nacionales e internacionales pero temporalmente y por ende ocurrirá un cambio positivo, pues el flujo del dinero y de las transacciones y comercios, son entes necesarias para la subsistencia del ser humano, por tal motivo no es el COVID-19 el creador de la des globalización, ni por ella nació esta variable económica, ya se venía venir y llegó el momento de sentirla.
De otro lado, se observa que hay países que quieren cuidar el PIB buscan la des globalización de algunos productos, y para ello cambian las políticas económicas, exigiendo mayores aranceles que le dificulte el ingreso de productos extranjeros.
Por último, sugiero que el colombiano, aumente más su nivel de investigación y lectura, así se evita tanta credibilidad a las noticias amarillistas y de confusión innecesarias.
1https://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/cuanto-leen-los-colombianos/15606578/1/index.html
2Encuesta Nacional de Lectura (ENLEC); realizada en el último año 2017, por el DANE y recuperada en el link: https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/cultura/encuesta-nacional-de-lectura-enlec
3Lacouture, María Claudia - columnista – analistas - Exministra de Comercio – escribe en su artículo nombrado “La hora de la desglobalización” en la fecha del lunes, 25 de noviembre de 2019. Recuperado desde el link siguiente: https://www.larepublica.co/analisis/maria-claudia-lacouture-402341/la-hora-de-la-desglobalizacion-2936256.
4DOCTRINA 2017 – GREGORIO BADENI. Pág. 404. https://www.ancmyp.org.ar/user/files/17-BADENI.pdf
5El periodico, El País 11 de septiembre del 2018. sección internacional, recuperado del link siguiente: https://elpais.com/internacional/2018/09/11/actualidad/1536665622_460607.html
6Encuesta Nacional de Lectura (ENLEC); realizada en el último año 2017, por el DANE y recuperada en el link: https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/cultura/encuesta-nacional-de-lectura-enlec
7https://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/cuanto-leen-loscolombianos/15606578/1/index.html